El triunfo vuelve a la Calle Bolívar

Victoria del Nayjo por 4-1 en un encuentro que dominó de principio a fin
El Nayjo logró una merecida victoria ante un Mystica que se vio arrollado por el conjunto 'pistacho'.
El conjunto de la Calle Bolívar salió convencido de sus posibilidades y con la mente puesta en conseguir una nueva victoria, el 4-3-3 plantado por el entrenador Nicolás así lo confirmaba.
El partido comenzó con claro dominio local. El Nayjo tenía la posesión del balón gracias al buen hacer de una inconmensurable medular nayjense, comandada por un gran Abel y escoltada por Jero y Pepe a las bandas.
El Nayjo tenía el balón, y por lo tanto suyas eran las ocasiones de gol. Pero la precipitación en algunas jugadas y la falta de pegadas en otras hacían que el marcador no se moviera.
Paradójicamente, fue el Mystica (por medio de Óscar) quién se adelantó en el marcador en su primer tiro a puerta de un lejano y certero disparo desde el medio campo que batió a un adelantado Gonza que pecó de lentitud y de exceso de confianza.
El gol hacía parecía hacer despertar los peores fantasmas en el Nayjo. Pero el equipo se dio cuenta de que el gol era un simple accidente y siguió a lo suyo, que era dominar el encuentro. Si bien una mala salida de Gonza estuvo a punto de costar el 2-0.
Tras el susto, el Nayjo se recompuso y Eli con un gran disparo desde fuera del área, logra empatar el encuentro.
Tras ese gol se sucedieron las ocasiones del Nayjo. Pero la falta de puntería impidió el 2-1.
Con un 1-1 injusto a todas luces se llegó al descanso.
El Nayjo movió el banquillo (con regreso de Nico incluído) en el descanso para poder seguir jugando a gran intensidad. Tras un auténtico asedio a la portería del Mystica. Abel logra marcar tras un pase de la muerte en el que un charco en la línea de gol le dejó el balón a placer para marcar.
A partir de ahí el Nayjo se dedicó a intentar cerrar el partido y a neutralizar cualquier atisbo de reacción del conjunto de Villamayor, ya muy mermado físicamente por la falta de recambios.
Eli y Álvaro lograron sendos goles que rubricaron la victoria. Tras el 4-1 el Nayjo siguió gozando de múltiples ocasiones, pero la relajación y la falta de pegada impidieron un resultado más abultado. A destacar el debut de Virgilio, nuevo fichaje del club, que dejó buenas maneras en los minutos de los que dispuso.
Con este 4-1 el Nayjo se logra quitar el mal sabor de boca que le dejó la derrota ante el Syprol y no se descuelga en demasía de la zona media de la clasificación. No obstante, han de ser conscientes de que no todos los encuentros serán tan cómodos ni dispondran de tantas ocasiones para marcar.
Desde aquí sólo queda felicitar a todo el Nayjo por el buen partido desplegado. Se jugó bien y práctico y la gente jugó a gran intensidad. El domingo contra el Cervecería Torres tendrán una buena oportunidad para demostrar que han adquirido la regularidad necesaria para hacer un buen campeonato.
El colegiado
Ángel(9.5)
Era su primer encuentro pitado al Bar Nayjo, y hay que decir que rayó la perfección. Aplicó la ley de la ventaja. Siguió el juego muy de cerca. Acercó en prácticamente todas las decisiones. Basta como ejemplo decir que prácticamente ninguno de los dos equipos protestó una decisión suya.
El Crack
Nayjo
Gran partido de todo el equipo. Destacando especialmente la defensa (muy ordenada durante todo el encuentro) y la medular, con un inconmensurable Abel. Sin olvidarnos de la buena labor del ataque, con un Eli que regresó a los terrenos de juego con dos golazos.
¡Vaya día!
Gonza
Es cierto que la suerte no le acompaña, el primer gol es un gran ejemplo. Pero eso no oculta que sigue sin estar tan acertado (ni afortunado) como en temporadas pasadas. Esperemos que recupere pronto su mejor versión.
El Dandy
Álvaro Medievo y Lora
Álvaro marcó uno de los goles más 'bellos' de la historia del Nayjo. Lora, por su parte, cuajó un gran encuentro e incluso tuvo el lujo de deleitar a la afición con sus temibles 'Lorinhas'.
El Duro
Nadie
Partido de guante blanco por parte de ambos conjuntos. Desde aquí felicitamos al Mystica porque nunca bajó los brazos y no cayó en el juego duro cuando el partido estaba sentenciado. |