Esta crónica no es una crónica al uso. Será muy breve, por dos motivos: porque no me apetece (y el dedo me duele un poco, jeje) y segundo, porque creo que lo mejor es pasar página.

            Sólo decir que el Fresno nos dio un auténtico repaso a todos los niveles, y que si bien es cierto que teníamos importantes y numerosas bajas eso no justifica una derrota tan abultada (ellos tenían también bajas importantes). Y por ello, es justo  que desde aquí aproveche para felicitarles de nuevo por su merecida victoria.

Esto es todo lo que hablaré del partido. Del cual sólo quiero añadir que muchas veces se aprende más de los errores que de los aciertos y que de todo esto hay que hacer una lectura positiva para que no vuelva a ocurrirnos en el futuro.

            Desde aquí quiero aprovechar y dirigirme a todos mis compañeros y en primer lugar ofrecer mis más sinceras disculpas por la actitud que mostré en algunos momentos del encuentro. Al fin y al cabo esto es un partido de bares y no vamos a ningún sitio, por lo que no tiene justificación que me pase gran parte del encuentro dándoos la la ‘chapa’ desde el banquillo, picarse tanto no es bueno, así que intentaré estar más relajado para el futuro (en la medida de lo posible, jeje).

            Y ya en segundo lugar quiero decir que sólo tengo palabras de agradecimiento para los 12 jugadores (bueno, conmigo 13 pero yo aporté más bien poco, jeje) que lo hicieron lo mejor que pudieron.           

            Y muchos de los cuales arrimaron el hombro el viernes (Bumba, Gus, Lora, Nico, Kike, Pepe, Juanillo, Chuky, Javi) para que el Nayjo sacara unas perrillas (en realidad, ‘más que unas perrillas, jeje) para sacar adelante la temporada y otros tantos hicieron verdaderos sacrificios para poder disputar este encuentro.

             Gente que renunció a marcharse de puente (Martín), o que postergó su visita a Ciudad Rodrigo hasta después del partido (Virgilio), o que acudieron al partido desde Valladolid para luego volver (Víctor tenía mucho trabajo y Nacho tenía otros compromisos). Por no hablar de Álvaro, que tuvo que madrugar para viajar a Santander y luego volvió en el mismo día para llegar justo a tiempo al partido. O de Chuky, que con la mejor de sus sonrisas tuvo el valor de enfundarse los guantes y jugar de portero.

            Sinceramente creo que es de esto de lo que verdaderamente vale la pena hablar ahora: del compromiso de todos los que se sacrificaron de manera totalmente desinteresada para que el Nayjo pudiera juntar al menos 11 jugadores para disputar el encuentro ante las numerosas bajas (todas muy justificadas, por cierto) que teníamos.

            Compromiso del cual todos tenemos que sentirnos orgullos y que, sinceramente, creo que es el camino para que un breve plazo de tiempo revirtamos esta situación y cojamos una buena racha.

            Sin nada más que añadir, y reiterando mi agradecimiento por vuestra paciencia conmigo y vuestro compromiso, termino esta atípica crónica.