Hablar de Lora supone hablar de uno de los jugadores más queridos dentro del vestuario.
Su buen humor y su nueva voz de eunuco barítono le hacen inconfundible.
Lora es un ejemplo de cómo puede progresar un futbolista.
Cuando llegó al Nayjo superaba los 90 kilos de peso. Ahora pesa 20 kilos menos y forma parte del Cuerpo Nacional de Policía.
Al principio no disfrutaba de muchos minutos. Pero su compromiso, unido a su mejora física, le han hecho uno de los jugadores con más minutos a sus espaldas.
Su gran estado de forma le ayuda a solventar sus limitaciones técnicas, aunque poco a poco se va superando.
ANTES DESPUÉS
Tras saberse la marcha de Gonza a tierras suecas, fue el primero en ofrecerse para portar el brazalete de capitán, pero su labor como raspador profesional (tanto a nivel físico como lingüístico) hace difícil combinar ambas cosas.